Las fuertes lluvias que ocasionaron daños materiales en la ciudad de Pilar, Departamento de Ñeembucú, generaron que numerosos pobladores de esa localidad queden damnificados, fue producto de preocupación en el seno de la Corte Suprema de Justicia, que mediante Acta N° 40 del Plenario de fecha 10 de octubre de 2006, decidió presentar su formal solidaridad a los compatriotas que pasan por el difícil momento mediante una nota firmada por el vicepresidente Víctor Manuel Núñez, quién dirigió dicha reunión.

La carta, que fue dirigida al Intendente de Pilar, manifestó el deseo de la máxima instancia judicial en expresar a todos los pilarenses su apoyo y acompañamiento sincero para que en reunión de inteligencias y voluntades de todas las fuerzas vivas se busque salir adelante ante las necesidades”.

El temporal con lluvias, fuertes vientos y descargas eléctricas que se abatió sobre Pilar días atrás dejó 500 viviendas inundadas y 4.000 pobladores afectados. El fenómeno climatológico fue considerado por las autoridades locales como el peor de los últimos diez años. Cayeron 250 milímetros de lluvia en pocas horas sobre la capital del departamento del Ñeembucú.