Hoy se llevó a cabo la firma de un convenio de cooperación entre la Corte Suprema de Justicia y la Facultad de Teología de la Universidad Evangélica del Paraguay, con el objetivo de que los facilitadores judiciales conozcan los principios de la “Justicia regenerativa”, una nueva manera de considerar a la justicia penal, la cual se concentra en reparar el daño causado a las personas y a las relaciones más que en castigar a los delincuentes.

De la ceremonia protocolar participó el ministro Miguel Óscar Bajac Albertini, así como el decano de la Facultad de Teología de la mencionada casa de estudios, Werner Franz Janzen. Igualmente, el director del Sistema Nacional de Facilitadores Judicial, Rigoberto Zarza, hizo una breve introducción acerca de la función de estos auxiliares de la justicia.

El doctor Bajac se dirigió a los presentes, indicándoles que las autoridades tienen la obligación de facilitar el acceso a la justicia para todos los compatriotas, y que los ciudadanos deberían colaborar para la búsqueda de métodos alternativos que faciliten la solución de conflictos entre las personas.

Precisamente, en la ocasión se presentó un material denominado “Justicia Restaurativa”, y que será utilizado en la formación de futuros facilitadores judiciales. El mismo hace referencia a una nueva manera de considerar a la justicia penal, la cual se concentra en reparar el daño causado a las personas y a las relaciones más que en castigar a los delincuentes.

“La justicia restaurativa surgió en la década de los años 70 como una forma de mediación entre víctimas y delincuentes, y en la década de los años 90 amplió su alcance para incluir también a las comunidades de apoyo, con la participación de familiares y amigos de las víctimas y los delincuentes en procedimientos de colaboración denominados “reuniones de restauración” y “círculos” explicó quién presentó el libro, magister Roberto Wiens.

Este nuevo enfoque en el proceso de subsanación para las personas afectadas por un delito y la obtención de control personal asociado, parece tener un gran potencial para optimizar la cohesión social en nuestras sociedades cada vez más indiferentes. La justicia restaurativa y sus prácticas emergentes constituyen una nueva y promisoria área de estudio para las ciencias sociales.