El doctor Camilo Torres manifestó que el programa a su cargo implica que los adolescentes se responsabilicen por el hecho punible, reparen el daño y de esta manera se puedan reintegrar a la sociedad. “El derecho penal adolescente no solamente tiene un carácter punitivo, de castigo, sino que tiene un carácter de reinserción social”, subrayó.

En ese sentido, Torres explicó que “lo que hacemos es brindarle un rostro humano a la justicia, por sobre todo a la Justicia Penal Juvenil debido a que los adolescentes tienen la capacidad de reinsertarse más rápido a la sociedad. Es a través de este programa y con ayuda de las Redes Comunitarias se alcanza el cumplimiento de objetivos, entre ellas se destacan: la comunidad, municipios, centros de salud, diversos operadores de justicia como la Secretaría de Educación en Justicia en el ciclo de charlas preventivas”.  

La idea del magistrado es que el programa se replique en todo el país y de esa manera se hagan notorios los resultados. Por medio del mismo, los jóvenes tienen la oportunidad de conocer un oficio que puedan replicar en su comunidad consiguiendo la posibilidad de un sustento lícito para una vida futura sin delinquir.

Cabe mencionar que tres adolescentes que se encontraban presente en la actividad y que forman parte del programa manifestaron su satisfacción y comodidad con el mismo. Ya sea a través de la atención al público en la Tienda Restaurativa; con la elaboración de manualidades y el comercio de las mismas así como el aprendizaje de oficios, son algunas herramientas que brinda el programa para su proceso de reinserción a sus comunidades. Estas actividades forman parte de los logros que se están obteniendo en el marco del mencionado programa. 

Es importante recordar que el Programa “Justicia Restaurativa” fue regulado con la Acordada N° 917/2014 y formalmente en el año 2015 tuvo sus inicios por medio de un Plan Piloto integrado por 322 adolescentes. Se logró reducir a un 8% la reincidencia de los mismos, siendo este un resultado bastante alentador y a su vez solo el 7 % de los adolescentes desertó durante el proceso. Esto quiere decir que el resto de los adolescentes se adaptó a lo que ofrece el programa, permitiendo que se les oriente, acompañe, resguarde, y por sobre todo, se realice un abordaje integral de manera interdisciplinaria e interinstitucional.

“La vinculación efectiva de la comunidad y de la familia es de vital importancia debido a que estos chicos necesitan del acompañamiento familiar para poder reinsertarse a la comunidad”, resaltó Camilo Torres. Asimismo, mencionó que en estos momentos se está trabajando de manera integral con las redes comunitarias ya mencionadas.

Finalmente, señaló que “el programa como tal funciona y debe ser replicado en todas partes, y se deben formar alianzas con organizaciones y aplicarlo como una herramienta eficaz para solucionar los conflictos”.