El ministro de Justicia y Trabajo Blas Llano fue condenado a pagar la suma de 75 millones de guaraníes más intereses, que a la fecha ascenderían a 110 millones de guaraníes; por el daño moral ocasionado a un hijo extramatrimonial durante un largo juicio de filiación entablado por la madre  con quién tuvo el hijo extramatrimonial.

Con la resolución de la Cámara de Apelaciones en lo Civil, 4ª. Sala, quedó revocada la decisión de primera instancia, que no hizo lugar a la demanda indemnizatoria por desconocimiento de filiación.

Los camaristas Raúl Gómez Frutos, Basilicio García Ayala y Eusebio Melgarejo Coronel argumentaron que en una relación de familia “procede la indemnización cuando el padre no reconoce espontáneamente al hijo extramatrimonial” y que la falta de reconocimiento del hijo por parte de su progenitor es motivo suficiente para concederle indemnización por el daño moral por no haber contado con el apellido.