La nueva agremiación tiene por fundamento que el juez de Paz, con la dignidad y atributos de los que se halla investido como primer acceso a la justicia en toda la República, requiere de una organización representativa en la cual desarrollar en forma específica la consecución  de sus objetivos, traducidos en el custodio y la preservación de su independencia, el régimen de confirmación en el cargo, la declaración de su inamovilidad constitucional, la permanente capacitación, actualización de los salarios, y otros emolumentos que percibe, así como la instalación legal de la carrera judicial, un sistema propio de jubilación y la defensa efectiva del debido proceso ante cualquier órgano de control.

Durante la asamblea fue conformada la comisión directiva del gremio, siendo electa presidenta la jueza de Paz de Nueva Colombia, abogada Susana Granado.