La noche del 5 de abril de 1976, se realiza un asalto policial en el domicilio de Mario Schaerer Prono y su esposa Guillermina Kanonikoff, como parte de los procedimientos represivos a dirigentes de la OrganizaciónPolítico Militar (OPM). Un grupo de policías irrumpe en horas de la madrugada en el domicilio de la FamiliaSchaerer y se produce un intercambio de disparos, en el que fue herido de muerte Juan Carlos Da Costa. Mario Schaerer Prono y su esposa Guillermina Kannonnikoff logran escapar por la parte trasera de la vivienda, Mario es herido de bala en uno de los pies, y Guillermina, su esposa,  embarazada de siete meses sufre heridas como consecuencia de la huida.   Ambos, buscan refugio en la casa de las monjas del Colegio San Cristóbal, donde ambos eran profesores. Esa noche fueron entregados a la policía por el Párroco del lugar el sacerdote Raymundo Roy. Posteriormente fueron trasladados a la ComisaríaBarrial y luego ingresados al Departamento de Investigaciones, de donde Schaerer Prono ya no saldría con vida. Su cadáver fue entregado a sus familiares el 7 de abril con signos evidentes de brutal tortura.

Guillermina, permanece en cautiverio ignorando lo sucedido por varios meses, hasta que luego de tener a su hijo Manuel, se entera de lo sucedido. Permanece detenida arbitrariamente hasta el 9 de noviembre de 1977, sin haber pasado por ningún proceso judicial.  

Esta situación queda en la impunidad por varios años (13 años), hasta que el golpe de 1989 y el inicio de la época democrática, abren la posibilidad de iniciar una querella con las garantías mínimas contra los responsables de estos hechos.

La querella fue presentada contra el Gral. Alfredo Stroessner, Ex Presidente de la República (ausente del país, no se abrió sumario), Sabino Augusto Montanaro, Ex Ministro del Interior (ausente del país, no se abrió sumario), Pastor Milciades Coronel, Ex  Jefe de la Policíade investigaciones, Alcibíades Brítez Borges, Ex Comandante de la Policía Nacional, Lucilo Benítez, Camilo Almada y Juan Martínez.

El 21 de mayo de 1992, el Juez Luis María Benítez Riera dicta una sentencia paradigmática, condenando  la pena máxima (veinticinco años) de presidio a Pastor Coronel, Lucilo Benítez, Juan Martínez y Camilo Almada Morel. Años después, es confirmada Sentencia Definitiva el 26 de marzo de 1996. Fueron presentados como prueba, documentos hallados en el llamado “Archivo del Horror”, que dejaban constancia que Mario Schaerer murió en dependencias policiales, dejando de lado así la versión oficial de que había muerto en el enfrentamiento con la policía. El 7 de mayo de 1999, la Corte Suprema de Justicia, confirma la sentencia dictada en primera y segunda instancia.

Esta sentencia, es un hito en la historia de la JusticiaParaguaya, y se estableció como precedente en la Jurisprudencia internacional, logra calificar desde la primera instancia, como Crimen de Lesa humanidad, dejando de lado la tesis de la “obediencia debida” defendida por los acusados. Además significa un avance importante en la lucha contra la impunidad y se configura, en la primera sentencia de condena a responsables directos de un homicidio por tortura a un preso político cometido por autoridades públicas en dependencias policiales.

Con la vuelta al país del Ex Ministro del Interior Sabino Augusto Montanaro, se reabre el proceso, con una querella promovida por Guillermina y su hijo Manuel Schaerer por el delito de muerte por torturas en el mes de junio de 2009.

Como parte de la investigación en la causa iniciada, Sabino Augusto Montanaro ingresa al penal de Tacumbú, el 24 de junio de 2009. El encierro del citado ex ministro se produjo en virtud a una orden dictada en la noche del lunes último por el juez Andrés Casati en el marco del proceso abierto por el secuestro, tortura y muerte de Mario Schaerer Prono. El ex Ministro soporta otras dos causas abiertas por crímenes de lesa humanidad en el Juzgado del Dr. Digno Arnaldo Fleitas, quien procesó a Montanaro por la muerte de la esposa de Martín Almada y la desaparición de Agustín Goiburú y los hermanos Rodolfo y Benjamín Ramírez Villalba.