En ese contexto, la profesional remarcó que la depresión es una enfermedad “tabú”, en la que muchas personas que padecen de ella no cuentan por temor. “Aunque con la situación de la pandemia y el encierro hay más apertura de la gente con respecto a la salud mental, pero continúa siendo un problema que se tiende a ocultar”, explicó luego. 

Así también mencionó que la patología afecta a todos los rangos etarios y es importante saber que la misma, en caso de no tratarse, puede tener consecuencias graves, como la depresión recurrente o, en el peor de los casos, el suicidio.

Asimismo, citó algunos de los principales síntomas: decaimiento del estado de ánimo, insomnio o sueño excesivo, ansiedad, hiperfagia (el comer en exceso), entre otros. Alegó además que existen grados de la depresión y sus respectivos procedimientos correctos, que incluyen desde el tratamiento psicológico al farmacológico, dependiendo de la gravedad.

La doctora Rojas añadió que esta enfermedad en algunos casos no es prevenible, ya que se dan situaciones en las que es algo genético o hereditario. Sin embargo, recalcó que “en la mayoría puede ser prevenida no solo cuidando la salud mental sino también la física: hacer ejercicio, alimentarse bien, tratar de no tener hábitos tóxicos, evitar el consumo excesivo de tabaco y alcohol. Estos hábitos ayudan a que una persona tenga menos riesgo de padecer depresión”.

Por otra parte, la vicedirectora de la Dirección General de los Registros Públicos, escribana María Pavón de Soto, agradeció a los profesionales de la salud mental que brindaron apoyo a los funcionarios de la institución y resaltó que se prevé realizar más actividades relacionadas a la salud mental.