29 DE AGOSTO DE 2006
JUICIO ORAL Y PÚBLICO CASO YCUA BOLAÑOS
Aseguran que Víctor Paiva se enojó por la ruptura de los vidrios
Denis Arca, uno de los testigos que declaró esta mañana en la prosecución del juicio del Ycua Bolaños acusó a Victor Paiva de haber gritado a las personas que intentaban salvar a las victimas del siniestro para que dejen de romper los vidrios del centro comercial. La mayoría de los que declararon coincidió en señalar, una vez mas, que las puertas estaban cerradas.
Prosiguió en la fecha el juicio oral y público que juzga el caso del siniestro del supermercado Ycua Bolaños. En ese sentido, declararon varios de los testigos propuestos por la fiscalía y la mayoría de los ellos coincidieron en sostener que las puertas estaban cerradas en el momento de producirse la tragedia.
Rocío López, quien se desempeñaba como cajera del centro comercial señaló que estaban constantemente expuestas al peligro, teniendo en cuenta que no era la primera vez que se desataba algún tipo de incendio o de principio de incendio en el local. No pudo confirmar si las puertas estaban cerradas, ya que según dijo, se desvaneció antes de llegar a la salida.
Por su parte, Denis Arca, quien ayudó en la evacuación de las víctimas, indicó que ingresó al local y sacó a varias de las afectadas a través de un boquete que pudieron abrir, debido a que era imposible ingresar al supermercado de otra manera, ya que las puertas estaban cerradas. Sostuvo que vio en el lugar del siniestro a Victor Manuel Paiva y que en un momento dado éste grito a la gente para que dejen de romper los vidrios del supermercado.
Laura Catalina Cuevas de Recalde, otra de las testigos, declaró durante la audiencia que solía ir hasta el estacionamiento del centro comercial a esperar a una de sus hijas que trabajaba en el local como promotora, pero que casi nunca ingresó al lugar, ya que su hija la recomendaba a no hacerla porque los dueños del centro comercial les prohibian por temor a que se les robe.
Dijo que ni bien se produjo la tragedia llegó al local y encontró que las puertas estaban cerradas, situación que reclamó al guardia Daniel Areco, pero que éste no le dirigió la palabra. Aclaró que su hija falleció asfixiada y que su cuerpo fue hallado a las 22:15 horas aproximadamente. Sostuvo que de no haber estado cerrada las puertas su hija se hubiese salvado, considerando que la gondola donde promocionaba sus productos quedaba a pasos de la salida.
María Benítez de Acosta, otra de las testigos declaró, por su parte que en el momento de desatarse la tragedia se encontraba en una de las cajas y también coincidió en que las puertas estaban cerradas.