Cinco mujeres representantes de la etnia Pa´i Tavytera, cuya población asciende a 69 miembros, hablaron de los inconvenientes que sufren al tomarse sus casos, así como la posibilidad de cambiar a sus defensores; además, que el procedimiento en el “aty guasu” se realice con la mayor celeridad posible, y la queja de la mayoría fue sobre el retroceso al suspenderse las audiencias por la masiva ausencia de sus fiscales.

La instancia judicial, aparte de atender las cuestiones jurídicas, prestó oído a deseos de la comunidad en víspera de las fiestas, donde solicitan la posibilidad de que los reclusos pasen con sus familiares esos días y regresar al penal con la protección de sus caciques o guardia policial, prometiendo no darse a la fuga.

Es importante acotar que la actividad desarrollada eleva la autoestima de los aborígenes, lo que mejora su salud mental y favorece su reinserción social.