Primeramente, Su Santidad mantuvo una reunión privada con el Presidente de la República, y posteriormente ambos se dirigieron a la fachada litoral del Palacio de López. Tras caminar llegó al toldo ubicado para los discursos oficiales de recibimiento y de agradecimiento por parte del obispo de Roma.

Luego de las palabras de bienvenida del presidente Cartes, el papa Francisco dirigió su primer mensaje al pueblo paraguayo, expresando su alegría por estar en su territorio. “No es difícil sentirse en casa en esta tierra tan acogedora. Paraguay es conocido como el corazón de América, y no solo por su posición geográfica sino también por el calor de la hospitalidad y cercanía de sus gentes”, afirmó.

El Papa volvió a reiterar su admiración por la sociedad paraguaya, especialmente de la mujer. Sostuvo que son admirables el tesón y el espíritu de superación del pueblo paraguayo para rehacerse ante tanta adversidad y seguir esforzándose por construir una nación próspera y en paz.