La carta de intención es busca establecer los mecanismos de aplicación de la Ley 1664/2001 sobre el intercambio de personas condenadas entre Paraguay y Brasil,  que fue firmada en el año 2000 por ambos gobiernos, pero que sin embargo hasta ahora, no se pudo llevar a la práctica, porque no se definió aun el modo en que se debía hacer el intercambio de presos condenados.

Tras esta reunión, se pudieron fijar algunas pautas a ser estudiadas por las autoridades del Brasil y que serán resueltas en forma definitiva en un próximo encuentro previsto para octubre en el vecino país.

Entre lo decidido  se estableció la aplicación en forma gradual y selectiva del intercambio de los reclusos que cumplieron las tres cuartas partes de su condena. Se trató, además, las reglas de seguridad y la desburocratización de los instrumentos que son necesarios para realizar los traslados, para darle mayor celeridad a los trámites.

Según las cifras, en el Brasil hay 2.700 paraguayos condenados. El 80% ya cumplió gran parte de sus penas, pero no pueden ser beneficiados con libertad condicional, porque la ley no lo permite. En el Paraguay están recluidos 300 brasileños sentenciados. Es decir, apenas el 10% de la cantidad de compatriotas condenados en el Brasil.